¿Sabías que los conceptos de Outbound e Inbound Marketing surgen en el año 2005 con el objetivo de diferenciar claramente sus metodologías y herramientas?
Para comenzar, debes saber que el Inbound Marketing emplea herramientas y metodologías que fusionan el mercadeo y la publicidad con el fin de atraer clientes potenciales con contenidos de valor, mientras que el Outbound Marketing agrupa acciones que tienen como objetivo captar clientes con mensajes directos y unidireccionales.
Si aún no tienes claros los conceptos, calma, no te preocupes, aquí una explicación más profunda…
El objetivo principal de esta metodología es llegar a los usuarios y convertirlos en clientes de una manera cero invasiva. Su estrategia se fundamenta en atraer mediante material que brinde a los clientes potenciales una solución a sus necesidades. En conclusión, el Inbound Marketing crea contenido de calidad en función de lo que requiere determinado tipo de persona (el grupo objetivo de la marca o la empresa). (Para ampliar la información, haz clic aquí y mira el video).
Entre las acciones que se estructuran para atraer clientes a tu marca se encuentran; la optimización SEO, la creación de blogs, ebooks, checklists, infografías y videos, la publicación en redes sociales, los anuncios display y PPC y el Email Marketing.
Uno de los beneficios del Inbound Marketing es que no demanda grandes presupuestos, debido a que se desarrolla en los llamados “medios ganados de forma orgánica”, es decir, plataformas a las que se puede acceder de manera constante y gratuita (Redes sociales, páginas web y correos electrónicos, por ejemplo).
Entre las características del Inbound Marketing encuentras que los mensajes no incitan a comprar explícitamente, por el contrario, se lanzan contenidos que plantean una necesidad que el usuario requiere suplir. Esta metodología se involucra en la cotidianidad de los usuarios y le ofrece soluciones.
Otro atributo que te podemos mencionar es que los resultados aquí son medibles constantemente, lo cual permite analizar y tomar decisiones de manera oportuna.
Esta metodología expone el mensaje de manera masiva, es decir, que aunque el usuario no esté interesado en comprar, la publicidad llega a él. Ejemplo, una persona está visitando un centro comercial y en su trayecto encuentra volantes acerca de tratamientos dentales, toma uno pero eso no quiere decir que vaya a adquirir el servicio, solo vio un material publicitario y lo guardó.
Dentro de una estrategia Outbound puedes econtrar acciones como llamadas sin previo aviso, correos spam, volantes en cualquier lugar, comerciales televisivos y anuncios de periódico. Este tipo de marketing puede llegar a ser muy invasivo, ya que cuando menos te lo esperas o menos lo necesitas, llega un mensaje publicitario. En conclusión, el Outbound Marketing resulta un contacto frío, debido a que no se tiene información suficiente para determinar si el usuario que accede al mensaje está o puede llegar a estar interesado en el futuro.
No precisamente, son más bien dos clases de metodologías que se pueden combinar a la perfección. Si tienes que escoger entre una u otra debes analizar el objetivo que quieres alcanzar como marca. Si tu fin es lanzar un nuevo producto puedes recurrir al Outbound, ya que quieres simplemente darle visibilidad. En cambio, si pretendes vender cursos de inglés, debes pensar en captar la atención mediante la exposición de las oportunidades laborales que se pierden al no saber un nuevo idioma, por ejemplo.
Lo que debes tener claro es que los usuarios evolucionan y es fundamental poder adaptarse a ellos. En la actualidad, los clientes esperan que las marcas, más que vender, den soluciones a sus necesidades.